Friday, January 01, 2010

SE VIENE EL TIEMPO NUEVO... Cuento / Isabel Barrantes Zurita

Isabel Barrantes Zurita(*)
Se viene el tiempo nuevo…

Camina el tiempo con su abrigo de luces o de sombras. Es un tipo apurado, bien o mal vestido, según donde se halle. Apedrea las horas o las esculpe suavemente. Ráfaga en las grandes ciudades; viento fresco, en la zonas medias; helado, en las altas; calcinante, en la selva, en la zona ecuatorial, en el Africa o la India. Trae ilusiones, devaneos, amores, desamores, buenas y malas noticias; vida y muerte. El tiempo me ha robado la tersura de la piel. Ha rayado mi rostro. Se llevó de un tajo a cinco de mis amores y me dejó huecos en el alma. El tiempo vuela en su jinete de agosto, viento fiero, segundo perfecto. El tiempo está llevándose mi risa, mis sueños . Lo encontré parado con la gorra cubriéndose los ojos, metiéndose en los bolsillos los segundos apurados y marcando la hora en un tic tac sin fin. Es cínico, pero buen mozo, se acicala de esperanzas y, sin embargo, es desaliñado por naturaleza, pues parte en veloz carrera, no tiene tiempo de arreglarse los minutos, menos los cuarto de horas. A veces, me parece, que es un saco sin fondo donde se vierten minutos y segundos sin parar.
El tiempo me hurga el día y la noche. Me levanta entre sueños, me roe las entrañas, me seduce, me fascina, me hace pecar y luego redime mis besos adúlteros, mis caricias ajenas. Se ríe a carcajadas de mis caídas en la sociedad de las voces y los gritos, en la sociedad insólita del individualismo y la miseria.

El tiempo embate la existencia, en tempestad, en rayo, la hace añicos, deshecha, mierda y se la traga en un solo bocado sacando chispas, luces taciturnas, endiabladas, que arrasan la calma, la temperatura media, para hacerla fogonazo, metralla en medio del pecho encendido en la defensa de la Patria. Los niños hecho trizas, desperdigas sus ansias y sus cuerpecitos por una patria libre. El hijo en brazos de una madre semi -muerta y hambrienta.
El tiempo asoma su hocico embarrado en la riqueza de unos cuantos. No es el mismo de los campesinos libres de envidias y egoísmos. Es el tiempo del bolsilleo y el robo al juramento por Dios y por la Patria. El tiempo tiene una banda de ministro de estado que dura cinco años, y el turno sigue. Los minutos y segundos se van a mejor vida. El tiempo se paraliza, se asombra, pero sigue sin parar con ese reloj de arena que se vierte en un desierto desesperanzado , llorando su minuto y segundo extraviado.

Para entonces vuelve en año nuevo, rindiéndose ante el fuego y el striptease del incendio. Exterminar el pasado a fuego rápido, quemar el almanaque, las sombras vaporosas que impiden ver la luz. Quemar el ansia en pecho abierto, como jardín de flores, recién parido de semillas y lluvia persistente.
Comienza el tiempo nuevo a partir de los harapos quemados del año viejo. Aparece su nueva piel, lustrosa de amor, en el abanico de sus manos recién inventadas de paz y de misterio.

Cajamarca, 31 de diciembre del 2009
SOCORRO ISABEL BARRANTES ZURITA. Nace en Cajamarca allá en los años cincuenta, un cinco de octubre. Todos sus estudios los hace en Cajamarca. Profesora rural en Huacapampa, Celendín y en Ventanillas de Otuzco, Cajamarca, dos experiencias extraordinarias en los que, más que enseñó, aprendió de nuestra Cultura Andina: sus valores, la belleza de sus artes, la sensibilidad hermosa y diversa de la naturaleza, el olor creador de su tierra y de sus gentes solidarias, recíprocas. En dichos lugares nutrió su espíritu y la fuerza de su destino adverso, para conquistar la esperanza y los sueños.Trabaja casi todo el tiempo por los derechos de las mujeres de este pueblo donde nació y también porque la cultura sea un derecho de todos. Laboró muchos años en la Asociación Mujer Familia, la cual la formamos con sueños y penas y que ahora me mira de lejos, ya sin conocerme. Escribe algo de versos, como un derecho que quiere conquistar.

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