Víctor Hugo Alvítez Moncada "Pisadiablo" Gestión Cultural
pisadiablo100@hotmail.com
Saturday, July 07, 2012
OEA SE PRONUNCIA SOBRE CONGA Y LA VIOLENCIA POLICIAL
OEA SE PRONUNCIA SOBRE CONGA Y LA VIOLENCIA POLICIAL
6 de julio 2012
Washington, D.C. – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH) expresa su preocupación por las muertes y la violencia ocurrida
en el Departamento de Cajamarca, en Perú, y urge al Estado a garantizar
la vida, la integridad y la seguridad de las personas que protestan
contra el proyecto minero Conga. Asimismo, la Comisión Interamericana
insta al Estado peruano a que haga uso de la fuerza exclusivamente con
la finalidad de cumplir con su obligación de proteger a las personas
presentes en la manifestación y a los miembros de las fuerzas de
seguridad, y sólo utilizando la fuerza que sea estrictamente necesaria,
conforme a los principios internacionalmente reconocidos. Finalmente, la
CIDH urge a todas las partes el cese a la violencia y a buscar por la
vía del diálogo una solución pacífica a este conflicto de conformidad
con los mecanismos institucionales existentes en el Estado.
Según la información recibida, cinco personas habrían resultado
muertas -incluyendo un niño de 17 años- y decenas heridas -incluyendo
tres policías- como consecuencia de enfrentamientos violentos entre la
población y las fuerzas de seguridad que tuvieron lugar el 3 y 4 de
julio de 2012. Asimismo, varias personas habrían sido detenidas durante
las protestas.
La CIDH recuerda al Estado su obligación de esclarecer
judicialmente las muertes de estas personas y los hechos de violencia,
sancionar a los responsables, y reparar las consecuencias. Asimismo, la
CIDH reitera que es necesario adoptar mecanismos para evitar el uso
excesivo de la fuerza por parte de los agentes públicos en marchas y
manifestaciones de protesta. En ese sentido, la Comisión Interamericana
hace un llamado al Estado a adoptar de manera urgente todas las medidas
necesarias para la debida protección de los manifestantes e integrantes
de sus propias fuerzas de seguridad dentro del marco de respeto de los
estándares interamericanos de derechos humanos. La CIDH destaca que en
los operativos de seguridad, las autoridades deben tomar en especial
consideración el interés superior del niño, y adoptar todas las medidas
necesarias para asegurar su protección contra todo tipo de violencia.
Según la información recibida, defensoras y defensores de derechos
humanos que se encontraban realizando labores de verificación en la zona
habrían resultado agredidos durante la intervención de las fuerzas
policiales. Al respecto, se tiene conocimiento de las agresiones que
habrían sufrido Amparo Abanto, abogada de la Coordinadora Nacional de
Derechos Humanos, y Genoveva Gómez, abogada comisionada de la Defensoría
del Pueblo, por parte de policías mientras se encontraban indagando por
la situación de personas detenidas en la Plazuela Bolognesi el pasado
21 de junio.
Asimismo, se recibió información que indica que habría habido un
uso abusivo de la fuerza en la detención de Marco Arana, defensor de
derechos humanos que participa en la protesta y beneficiario de medidas
cautelares otorgadas por la CIDH el 23 de abril de 2007. Adicionalmente,
Marco Arana, quien ya fue liberado, dijo haber recibido golpes durante
su detención.
La Comisión reitera que los actos de violencia y otros ataques
contra los defensores de los derechos humanos no solamente violan sus
garantías individuales en tanto personas, sino también atentan contra el
rol fundamental que cumplen en la sociedad, y generan situaciones de
indefensión para todas las personas que se benefician de sus labores.
La Comisión recuerda que el derecho de asociación, manifestación y
la libertad de expresión son derechos fundamentales garantizados la
Convención Americana sobre Derechos Humanos. Dada la importancia de
estos derechos para la consolidación de sociedades democráticas, la
Comisión ha sostenido que cualquier restricción de los mismos debe estar
justificada en un interés social imperativo. En este sentido, la
Comisión observa que un Estado puede imponer limitaciones razonables a
las manifestaciones con el fin de asegurar el desarrollo pacífico de las
mismas, así como dispersar aquellas que se tornan violentas, siempre
que tales límites se encuentren regidos por los principios de legalidad,
necesidad y proporcionalidad. Por su parte, el accionar de agentes
estatales no debe desincentivar los derechos de reunión, manifestación y
libre expresión, por lo cual la desconcentración de una manifestación
debe justificarse en el deber de protección de las personas. Los
operativos de seguridad que se implementen en estos contextos deben
contemplar las medidas más seguras y menos lesivas de los derechos
fundamentales involucrados. El uso de la fuerza en manifestaciones
públicas debe ser excepcional y en circunstancias estrictamente
necesarias conforme a los principios internacionalmente reconocidos.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los
Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión
Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los
derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA
en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes
que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y
no representan sus países de origen o residencia.
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Thursday, March 15, 2012
Monday, February 13, 2012
Memoria del escritor Guido Vidal Rodríguez / Ricardo Ayllón
ARCHIVO DE ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS
Por Ricardo Ayllón Fuente: Lima, 12 febrero 2012
Un
mensaje a mi celular enviado por el artista Teófilo Villacorta Cahuide
me comunica que el escritor ancashino Guido Vidal Rodríguez ha dejado de
existir. “Estoy en el velorio de Guido Vidal”, reza, breve y
contundente, su SMS. Y yo me quedo helado. Semanas atrás me había
enterado por el mismo Cahuide que don Guido estaba grave, pero en lugar
de ir a visitarlo tomé la decisión de viajar al Callejón de Huaylas
donde me esperaban compromisos editoriales. Ahora es demasiado tarde,
don Guido se ha ido y no puedo hacer menos que acompañarlo antes de que
parta hacia su última morada.
Lo frecuenté seguido y creo que pude considerarme su amigo entre los años 2000 y 2005, cuando residí en el distrito limeño de San Miguel, donde Vidal vivía acompañado de uno de sus hijos y su nieta. Pese a que iba camino a los ochenta años y las fuerzas físicas empezaban a abandonarlo, en ese tiempo don Guido mostraba una gran vitalidad mental y anímica. Siempre que conversaba con él no dejaba de hacer planes para sus escritos inéditos, y esperaba poder ver reeditados sus tres libros de narrativa publicados hasta ese momento: El arriero, El juramento y Fin de semana en el Paraíso.
Yo pude apoyarlo solo con uno de ellos, El arriero, que conseguí que viera nuevamente la luz el año 2005 conformando la colección Biblioteca Ancashina editada por Ediciones Altazor. El arriero fue sin duda su libro más conocido debido a que desde fines de la década del 60 y casi la mitad de los 70 se convirtió en una suerte de pequeño best seller en varias localidades del ande y la costa de Ancash. El breve volumen, del que se editaron 10,000 ejemplares, contenía un cuento que le daba título al conjunto y en 1968 había recibido el primer puesto en el Concurso Bolivariano de Cuento “Rafael Arango Villegas”, de Colombia.
Acabo de retornar de la misa de cuerpo presente en la Parroquia San Miguel Arcángel de San Miguel, y luego de despedirme de él, de su cuerpo aquietado en la urna que lo llevará al crematorio, recuerdo que fue un gran enamorado de su tierra natal, el pueblo ancashino de Piscobamba, donde nació en 1924. De hecho, sus dos primeros libros fueron movidos temáticamente por un espíritu terrígeno pese a la larga y definitiva estancia de Vidal en la gran Lima. Contenidos sobrenaturales y costumbristas narrados con sencillez dan vida a esos dos conjuntos de relatos que, estoy seguro, si se volvieran a editar y distribuir en comarcas andinas, serían todo un éxito. Sin embargo, Fin de semana en el Paraíso –novela breve que en 1996 alcanzó el primer lugar del Premio Nacional de Educación “Horacio”– es más bien el resultado de su imaginario vinculado a la costa peruana.
Dentro de estos afanes literarios, pese a coronar los 70 años de edad y en su condición de Presidente de la Asociación de Escritores, Poetas y Artistas de Ancash - Zona Conchucos, organizó el VIII Encuentro de Escritores y Poetas de Ancash en las ciudades de Pomabamba y Piscobamba; luego de lo cual, durante sus últimos años de vida, conformó la filial Lima de la misma Asociación, trabajando junto a escritores cercanos a su raíces como el dramaturgo Áureo Sotelo Huerta y los poetas Danilo Barrón Pastor y Américo Portella Egúsquiza, entre otros.
Don Guido Vidal no debería ser recordado, sin embargo, solo por sus afanes literarios, sino también por su trayectoria en la docencia, donde fundó y dirigió por muchos años el Instituto Comercial “Amauta”, nombre que es el resultado de su filiación espiritual con la figura de José Carlos Mariátegui, de cuyos hijos fue amigo personal.
Pero una cosa que siempre me llamó la atención en él es que, no obstante el peso de los años, jamás se mantuvo inactivo y todo el tiempo conformó directivas o fundó instituciones en beneficio de sus socios. En esta tarea, fue presidente del Club Centro Cultural Deportivo Lima y fundador del Club de Los Grandes, una institución que se mantiene aún vigente y reúne a esa feligresía que ya pinta canas en la parroquia San Miguel Arcángel.
Cierro estas líneas rememorando su voz pausada las tardes en que buscaba su compañía sabiendo que me haría bien un consejo suyo, el de un docente y escritor que había vivido con estoicismo aquel tiempo tan convulso e incierto como fue el siglo XX. Sabía que alguien como él tendría para mí la exhortación justa, y jamás me equivoqué. Solo quienes lo conocieron de cerca saben a lo que me refiero. Por eso ahora dejo estas líneas en su memoria, con la esperanza de que sus libros publicados no sean olvidados y sus escritos inéditos vean la luz un día de estos.
Lo frecuenté seguido y creo que pude considerarme su amigo entre los años 2000 y 2005, cuando residí en el distrito limeño de San Miguel, donde Vidal vivía acompañado de uno de sus hijos y su nieta. Pese a que iba camino a los ochenta años y las fuerzas físicas empezaban a abandonarlo, en ese tiempo don Guido mostraba una gran vitalidad mental y anímica. Siempre que conversaba con él no dejaba de hacer planes para sus escritos inéditos, y esperaba poder ver reeditados sus tres libros de narrativa publicados hasta ese momento: El arriero, El juramento y Fin de semana en el Paraíso.
Yo pude apoyarlo solo con uno de ellos, El arriero, que conseguí que viera nuevamente la luz el año 2005 conformando la colección Biblioteca Ancashina editada por Ediciones Altazor. El arriero fue sin duda su libro más conocido debido a que desde fines de la década del 60 y casi la mitad de los 70 se convirtió en una suerte de pequeño best seller en varias localidades del ande y la costa de Ancash. El breve volumen, del que se editaron 10,000 ejemplares, contenía un cuento que le daba título al conjunto y en 1968 había recibido el primer puesto en el Concurso Bolivariano de Cuento “Rafael Arango Villegas”, de Colombia.
Acabo de retornar de la misa de cuerpo presente en la Parroquia San Miguel Arcángel de San Miguel, y luego de despedirme de él, de su cuerpo aquietado en la urna que lo llevará al crematorio, recuerdo que fue un gran enamorado de su tierra natal, el pueblo ancashino de Piscobamba, donde nació en 1924. De hecho, sus dos primeros libros fueron movidos temáticamente por un espíritu terrígeno pese a la larga y definitiva estancia de Vidal en la gran Lima. Contenidos sobrenaturales y costumbristas narrados con sencillez dan vida a esos dos conjuntos de relatos que, estoy seguro, si se volvieran a editar y distribuir en comarcas andinas, serían todo un éxito. Sin embargo, Fin de semana en el Paraíso –novela breve que en 1996 alcanzó el primer lugar del Premio Nacional de Educación “Horacio”– es más bien el resultado de su imaginario vinculado a la costa peruana.
Dentro de estos afanes literarios, pese a coronar los 70 años de edad y en su condición de Presidente de la Asociación de Escritores, Poetas y Artistas de Ancash - Zona Conchucos, organizó el VIII Encuentro de Escritores y Poetas de Ancash en las ciudades de Pomabamba y Piscobamba; luego de lo cual, durante sus últimos años de vida, conformó la filial Lima de la misma Asociación, trabajando junto a escritores cercanos a su raíces como el dramaturgo Áureo Sotelo Huerta y los poetas Danilo Barrón Pastor y Américo Portella Egúsquiza, entre otros.
Don Guido Vidal no debería ser recordado, sin embargo, solo por sus afanes literarios, sino también por su trayectoria en la docencia, donde fundó y dirigió por muchos años el Instituto Comercial “Amauta”, nombre que es el resultado de su filiación espiritual con la figura de José Carlos Mariátegui, de cuyos hijos fue amigo personal.
Pero una cosa que siempre me llamó la atención en él es que, no obstante el peso de los años, jamás se mantuvo inactivo y todo el tiempo conformó directivas o fundó instituciones en beneficio de sus socios. En esta tarea, fue presidente del Club Centro Cultural Deportivo Lima y fundador del Club de Los Grandes, una institución que se mantiene aún vigente y reúne a esa feligresía que ya pinta canas en la parroquia San Miguel Arcángel.
Cierro estas líneas rememorando su voz pausada las tardes en que buscaba su compañía sabiendo que me haría bien un consejo suyo, el de un docente y escritor que había vivido con estoicismo aquel tiempo tan convulso e incierto como fue el siglo XX. Sabía que alguien como él tendría para mí la exhortación justa, y jamás me equivoqué. Solo quienes lo conocieron de cerca saben a lo que me refiero. Por eso ahora dejo estas líneas en su memoria, con la esperanza de que sus libros publicados no sean olvidados y sus escritos inéditos vean la luz un día de estos.
Saturday, February 11, 2012
ÁNCASH, LA COCINA TRADICIONAL: Recónditos hervores y sabores de Marcela Olivas Weston / Víctor Hugo Alvítez
Víctor Hugo Alvítez Moncada
Recónditos
hervores y sabores de Marcela Olivas Weston
I
Áncash, territorio de belleza y riqueza infinita
admirado por propios y extraños, desde la más alta cumbre nevada hasta recostar
el astro rey en lecho de criptógamas o mar índigo de profundidades
imperecederas, paraíso donde reina la luz, esperanza y banderas de paz. Aquí,
la mano del Hacedor detuvo a tallar con especial esmero y dedicación, sembrando
mieses en surcos de pisos ecológicos, pródigas semillas, bondad; a plenitud de
su creación para que el hombre goce pletóricamente su libertad cual cóndor o
gaviota en vuelo, pez o lobo de mar a sus anchas; descubriendo en cada grano,
en cada fruto, en cada hierba o raíz, la esencia misma de suculenta vida, hecha
manjar, menú, delicia, fiesta familiar o patronal, gracias al buen gusto del
saber comer fusionando tradición, productos nativos y sabores que perennizan
larga y legítima herencia gastronómica ancestral.
En Áncash siguen hirviendo nuestras ollas de barro
expandiendo aromas todos los aires y provocando distantes entornos; entre
tanto, ruido de batanes repican celebrando el acontecer de reconfortantes
alboradas y felices existencias.
En octubre último apareció el libro ÁNCASH, LA COCINA TRADICIONAL, cuya
autora es la distinguida arqueóloga e investigadora Marcela Olivas Weston,
directora del Museo Nacional Chavín en nuestra floreciente región. Valiosa obra
del Fondo Editorial y Facultad de Ciencias de la Comunicación, Turismo y
Psicología - Universidad San Martín de
Porres. En gran formato, fino papel couché mate íntegramente ilustrado a full
color con excelentes fotografías; 220 páginas de sabrosa información cultural y
gastronómica para exigentes expertos en la vida cotidiana del hombre ancashino
desde sus orígenes a la actualidad y, especialmente expectantes paladares que
saciarán aludidas exigencias en vastas recetas de hereditario conocimiento
recogido en pueblos y recodos, ferias y mercados, restaurantes y amistades, de
costa, sierra y zona trasandina de esta gran Región.
El libro o enciclopedia lleva palabras de presentación del entusiasta maestro Luis
Repetto Málaga desde el Ministerio de Cultura del Perú, continúa alentadora
introducción de su autora, con amplio resumen dedicado a la historia regional:
superficie, ubicación, climas y variada ecología: “Áncash tiene seis de los ocho pisos altitudinales del país, con tipos
climáticos diferentes: desde el árido semicálido costeño hasta el gélido de los
nevados. Aquí puede haber, simultáneamente, un caluroso sol en Samanco,
Chimbote, Huarmey o Casma, y furiosos chubascos, nevadas o aludes de nieve en
cualquiera de las cumbres de la cordillera Blanca. El departamento asimismo
posee 26 de los 34 climas existentes en
el mundo, sin contar los microclimas de los pequeños valles interandinos…
Ostenta además una reserva ecológica diversa, con 84 de los 101 ecosistemas existentes en el mundo. Hay
especies de gran valor genérico como la oca, la papa y el chocho (tarwi);
distintas especies de árboles: huarango y algarrobo en la costa; molle, tara,
capulí, queñual y quishuar en la sierra. Excepcional es la puya Raimondi,
enorme bromeliácea de la puna con una abundante y fugaz inflorescencia, única
en el planeta, y la preciosa orquídea Wakanku”, Concluye en: “Nuestras riquezas”, de
incomparables ventajas comparativas para la diversidad de productos; la
anchoveta, conchas de abanico y otras que debemos proteger y cuidar para la
alimentación ante sobreexplotación de harina y aceite de pescado; recursos
hidro energéticos como Cañón del Pato que genera energía al norte del país,
gracias al visionario ancashino de Aija
‘Sabio que hizo la luz’ Santiago Antúnez de Mayolo; reservas de oro,
hierro, zinc, cobre, plomo, carbón, etc.; y, grandes atractivos turísticos:
Parque Nacional Huascarán, lagunas Llanganuco, Parón; sitios arqueológicos,
históricos, playas, etc.
En capítulo “Alimentación
prehispánica”, ‘Los estudios
arqueológicos realizados en la zona han revelado ocupaciones prehispánicas en
todos sus ecosistemas, tanto en el litoral del Pacífico como en el Callejón de
Huailas y en la región de los Conchudos, evidenciando la muy antigua presencia
del hombre y su evolución cultural a través del tiempo’. Trasladándonos
hasta la “Cocina regional”: ‘En los seres humanos la necesidad de comer
se encuentra con el placer de saborear los platos que conforman las tradiciones
gastronómicas de cada pueblo, su cultura alimentaria. En este sentido, la
gastronomía es uno de los elementos identitarios de mayor trascendencia. Pero
para entender el mundo de la cocina y del comer no son suficientes los
recetarios. Es necesario tomar en cuenta un sinnúmero de factores que se
encuentran interrelacionados y que de una u otra manera intervienen en la
formación de una identidad alimentaria’. Tema tratado ampliamente además
‘De lo urbano a lo rural’ y ‘El calendario agropecuario’, aparte cobra mucha
importancia la llegada de la cerámica.
“La Cocina
costeña” expone la tradición culinaria de las provincias de Casma, Huarmey y Del Santa.
“Chimbote es una olla enorme donde se ha
echado de todo. Una de esas parihuelas que preparan los pescadores, y está
hirviendo y no se sabe que va a salir ni que sabor va a tener”, recordando
a José María Arguedas en el Centenario de su Nacimiento. ‘La riqueza gastronómica de estas tres provincias tiene su origen en la
larga tradición de mariscadores y pescadores del litoral junto a los
agricultores de los valles, además de los aportes de los migrantes de las
provincias serranas de Áncash y de otros lugares del país. Sus cocineros
aprovechan esa riqueza para preparar ahogados, jaleas, jugosos, picantes,
sudados, sopas, chilcanos, chupes, cebiches, escabeches, guisos o chicharrones,
que definen la espléndida cocina del litoral ancashino’.
En “Cocina
del Callejón de Huailas” nos atrapan olores y sabores humeantes de Recuay,
Huarás, Carhuás, Yungay y Carás, y su larga tradición de reconocidos y
apetitosos potajes; junto a pueblos del
sur o zona de Vertientes con las provincias de Aija, Bolognesi y Ocros de
peculiares platos y recetas habituales: picantes de papas con cuy, lawas,
shajhuis. cashquis, locros, mazamorras, pucheros, pachamancas, mote, choclos
sancochados, etc. Más 120 variedades nativas de papas, 45 de oca, 26 de maíz,
20 de olluco, 18 de frejoles, 15 de mashuas, entre otras, solamente en Vicos, a
decir de investigadora Karina Costilla.
“La cocina de
los Conchucos” en zona trasandina comprende: Antonio Raimondi,
Asunción, Carlos Fermín Fitzcarrald, Corongo, Huari, Mariscal Luzuriaga,
Pallasca, Pomabamba y Sihuas; donde perduran el sabor de la tierra y variedad
de productos agrarios y culinarios: Estofado de gallina, cuy con alverjitas,
jamón en salsa, chicharrones con llushtu de trigo, pucheros, habas shinti,
choclo con queso, picante de cuy y chicha enterrada, chucán, ensalada de tarwi,
upas, etc.
“La cocina y la
migración” nos acerca a la fusión de sabores que han hecho quienes se han trasladado
de una provincia a otra, más aporte de personas migrantes afincadas en el
territorio. No olvidemos las tradicionales ‘Encomiendas’ antigua costumbre de enviar a familiares y
amigos diversos productos para que el sabor de la morada perdure y deje de
extrañarse en lejanos y distantes lares y abundantes predios de nostalgia.
“La
conservación y transformación de alimentos”, Áncash expone viejo historial,
perduran carne en ‘charqui’ o cecina, jamón, papa nativa, tocosh, papa seca,
maíz, oca, trigo.
“De dulces,
raspadillas, helados y otras delicias”. Se aprovecha
hielo de sus nevados para famosos raspadillas y helados. ‘Gracias al empeño de muchas ancashinas, todavía en estos tiempos
modernos sentir esos aromas y degustar
las delicadas preparaciones, cuyos principales ingredientes son el amor y la
paciencia’: ‘Cuarteada’ de Carás Dulzura, compuesta de jalea de membrillo,
sidra y manjar blanco; alfajores de Moro, humitas, chapanas; dulces de ciruela,
camote, mango, melocotón, oca, durazno, higo, sandía, saúco, alfeñiques, turrón
de kiwicha; mazamorras o apis de calabaza, trigo, tocosh, quinua, ocas asoleadas,
etc., dulces y postres de gran calidad de acuerdo a productos de cada zona.
“De ferias y
mercados” donde se exponen, venden, intercambian productos agropecuarios, animales;
comidas, canastas, cerámica y demás expresiones del quehacer culinario: trueques,
pesos y medidas tradicionales, ofertas,
reencuentros; recetas.
“De ollas,
batanes y otros utensilios”. ‘La relación mujer-fogón-comida, mantiene y define el espacio de la
cocina ancashina. Las mujeres son quienes encienden el fogón, transformando los
productos en comidas para mantener la vida’. Infaltables ollas de barro,
cucharas de palo, mates, leña. peroles, callanas, chungos y batanes, subsisten
cocinas andinas.
“De ajíes y
condimentos”. Que sería sin ellos y sus agridulces y picantes sabores para dar mayor
sabor a nuestras comidas: ‘Los ajíes y
rocotos molidos o picados con hierbas se convierten en salsas muy agradables
para acompañar las comidas, como la salsa de ají amarillo molido con huacatay,
la de rocoto con cebollita china y la preparada con cebolla colorada, rocoto,
sal y limón’, luego asentarlas con chicha madura de jora de Huarmey, Huarás
u otros pueblos; alhoja de Pallasca o chicha de maní o molle.
También intervienen “Nuestras hierbas aromáticas”:
menta, muña, orégano, chincho, huacatay, rocoto, llantén, culantro, anís,
perejil, romero, achira, borraja, etc.
“De hornos y
panes”, antigua tradición de hornos artesanales y fiesta del pan en múltiples
formas y variedades para toda ocasión. ‘Es
costumbre en todos los hornos de los pueblos colocar un pañuelo blanco en la
puerta, señal de que allí hay pan. Los más populares de Áncash son, como ya se ha dicho, el ‘pan de piso’.
“Las comidas
festivas” incorpora un interesante ‘Calendario festivo’
“De chichas y
aguardientes” además de las citadas, el afamado y añejo ‘Pisco de Moro’.
II
De aquí en adelante, aparece lo que muchos
esperaban ansiosos, lo más suculento y sustancial del libro, “Nuestras recetas” las que se han
establecido para un mejor entendimiento y paso a paso según va abriéndose el
apetito, de la siguiente manera: ‘Guarniciones y acompañamientos’, ‘Entradas,
sopas, caldos y lawas’ y ‘Platos fuertes’. Selección de nutricias recetas
adornadas o ilustradas con los propios platos. Es hora de amarrarse mantel al
cuello, asegurarse estar bien sentado, coger los cubiertos si son necesarios y
pasar la saliva una y otra vez, así como van pasando las páginas de esta
maravillosa obra bibliográfica ancashina,
primera y única de su género:
“Guarniciones y
acompañamientos” aparece en primer lugar ‘La cancha’ milenario
alimento andino, ‘Shinti de habas’, ‘Pelado de maíz o trigo’, el ‘Kaspa’, el
‘Sanco de harina de trigo o cebada tostada’, el ‘Papa – pichu o ajiaco de
papas’, la ‘Parpa’, el ‘Uchu – rupa’, etc.
“Entradas”: ‘Atupa
picante’, ‘Upa picante’, ‘Causa de
Vinzos’, ‘Causa de pescado’, ‘Cebiche de pescado’, ‘Cebiche de chanque’,
‘Cebiche de yuyo’, ‘Cebiche mixto, pescado y mariscos’, ‘Cebiche de lenguas o
barquillo’, ‘Cebiche de muy muy’, ‘Cebiche de trucha’, ‘Cebiche de pato al
estilo de Casma’, ‘Cebiche de pato al estilo de Huarmey’. ‘Chicharrones con
mote’, ‘Ensalada de chocho – tarwi’, ‘Ensalada mixta de chocho y cushuro’.
‘Jamón ahumado’, ‘Tamales al estilo de Corongo’, ‘Tamales al estilo de Huarás’,
‘Tamales al estilo de San Marcos’. ‘Cachisado de leche o chuchara’, ‘Tanta uma
o picante de pan’; correspondientes a las provincias de Huari, Asunción, Santa,
Huarmey, Chimbote, Huarás, Casma, Corongo, Bolognesi.
“Sopas, caldos
y lawas”: ‘Caldo de carnero’, ‘Caldo estofado’, ‘Caldo de gallina-wallpa cashqui’,
‘Caldo de mondongo’, ‘Chupe – Soltero’, ‘Cashayurtu’, ‘Chapla con cáscara’,
‘Chapla’, ‘Chicha en caldo-chichencaldo’, ‘Chupe de calabaza tierna’, ‘Lawa de
pescado’, ‘Mondongo arrebozado’, ‘Parihuela’, ‘Shaqwis de habas’, ‘Lawita’. ‘Puchero’,
‘Puchero con jamón’, ‘Sopa de albóndigas’. ‘Sopa de mote con pellejo de cerdo’,
‘Sopa de papa seca de los Conchucos’, ‘Sopa llunca-llunca chupi’. Sopas y
caldos con hierbas: ‘Papa cashqui’, ‘Chupe verde’, Santo Caldo’, Sopa de
hierbas-Washga gora’, que se consumen en las provincias de Huarás, Carás, San
Luis-Carlos Fermín Fitzcarrald, San Marcos-Huari, Corongo, Cabana-Pallasca,
Piscobamba-Mariscal Luzuriaga, Huarmey, Chimbote, Carás, Carhuás,
“Platos
fuertes”: ‘Jugoso de pescado’, ‘Escabeche de pescado’, Charkican de pescado
salado’. ‘Pejesapo arrebozado’, ‘Estofado de may – may’, ‘Ahogado de siños al
estilo de Huarmey’. ‘Ajiaco de charqui’, ‘Alverja Carchi con chancho’.
‘Cuchicanca – chancho asado’, ‘Adobo de chancho’, ‘Lechón al horno’, ‘Estofado
de gallina’, ‘Estofado de cabrito’, ‘Huari guiso o gato al horno’, ‘Mechado’,
‘Lino picante’, ‘Garabamba’, ‘Kima muti-tres motes’. ‘Pepián de pavita al
estilo de Casma’, ‘Pepián de trigo-Sango de takapi’. Pachamancas: ‘Pachamanca
al estilo de los Conchucos’, ‘Pachamanca a la olla’, ‘Picante de caigua
serrana’, ‘Picante de chocho-tarwi’, ‘Picante de cushuro o llullucha’, ‘Picante
de chuita’, ‘Picante de habas peladas’, ‘Picante de quinua’, ‘Picante de
mondongo’, ‘Picante de colis-col’, ‘Picante de calabaza tierna’, ’Picante de
trigo pelado’; ‘Picante de mariscos de Chimbote’, ‘Picante de olluco’, ‘Picante
de arvejas’; ‘Picante de pulpo’, ‘Picante de flor de nabus-nabo’, ‘Picante de
yuyo’, ‘Río sucio’, ‘Seco de carnero’, ‘Sangrecita’, ‘Sudado de cangrejos’,
‘Shurumpo’. El cuy: ‘Cuy cancado-cuy asado’, ‘Locro de cuy al estilo de
Bolognesi’, ‘Cazuelado de cuy’, ‘Picante de cuy con ají amarillo’, ‘Cuy en
salsa de rocoto verde’, ‘Sopa de cuy o jacka cashqui’; pertenecientes a las
provincias: Santa-Chimbote, Huarmey, Huari, Huarás, Mariscal Luzuriaga, Antonio
Raimondi, Chacas-Asunción, Ocros, Sihuas, Aija, Casma, Carhuás, Pomabamba,
Recuay, Yungay,
El libro finaliza con glosario general de términos
empleados como ingredientes, productos, etc. más glosario quechua
ancashino-español o palabras relacionadas con la gastronomía de nuestra región.
Una gran entrega para Áncash y el Perú. El presente
libro guarda la memoria colectiva o conocimientos y técnicas de nuestros
antepasados quienes de generación en generación fueron enseñando los secretos y
transmitiendo combinaciones de productos nativos deviniendo en agradables
sabores que continúan alimentando y
alegrando la vida.. Asimismo, significativo aporte de su dilecta autora Marcela
Olivas, identificada plenamente con cada región donde le ha tocada desempeñar
labores de arqueóloga e investigadora de sazonados frutos de últimos años
consagrados a dulces y sabores regionales,
como los que anteceden su fecunda, exitosa e inagotable travesía: Dulces tradicionales de Áncash, 2010; La cocina tradicional de Cajamarca,
2009; Fiestas populares de Cajamarca,
2007; Dulces y licores de Cajamarca,
2004; Arte popular de Cajamarca,
2003; entre otros sobre arqueología e historia. El libro, concursa como
favorito al Mejor Libro de Cocina Local, junto a los escritos por Sara Beatriz, están nominados “El
gran libro del postre peruano” de Sandra Plevisani, para Mejor Libro de Cocina
Latinoamericana; “La cocina mágica asháninca” de Pablo Macera y Enrique
Casanto, en la categoría Mejor Libro Ilustrado.
Los ancashinos, sentados a la mesa, el poyo del
camino o junto a la era en medio de la chacra, dentro de algarabía familiar y
luego de saciar exquisitos apetitos con mejores manjares de nuestra tierra,
diremos ‘Gracias Apus y Mama Pacha’ por conservar, cuidar y otorgarnos tanta
delicia y riqueza natural, ‘Dios solo pague Marcela’ por ofrecer fresca la
memoria colectiva de nuestros ancestros en ollas tiznadas de mil recuerdos al
fogón inmortal de cálidos saberes. Por todo ello, permítannos asentar con unas
cuantas chichas maduras, cantar y llanquear
fuertemente nuestros huainos y chuscadas, acompañados del trueno, brisa del
río, murmurar del mar, canto de zorzales y gaviotas; continuidad de vida,
batallar de batanes, incendio de fogones, pruebas constantes, complacencia,
emoción, sabor, identidad, esperanza.
Chimbote, febrero 2 012
Pisadiablo100@hotmail.com
Friday, January 20, 2012
Wednesday, July 20, 2011
Óscar Colchado, presenta nueva novela en FIL
Viernes 22 de julio, 8:00 p.m, Sala Blanca Varela, Feria Internacional del Libro de Lima, se presentará la novela "Hombres de mar", de nuestro reconocido y laureado escritor ancashino OSCAR COLCHADO LUCIO, la misma trata sobre Chimbote.
La presentarán Ricardo González Vigil y Víctor Quiroz, joven valor de la nueva crìtica de la literatura peruana (de padres ancashinos).
Friday, July 01, 2011
Fiesta de San Pedro en Corongo y Chimbote
LA FIESTA DE SAN PEDRO EN CORONGO Y CHIMBOTE (ANCASH)
Marcela Olivas
San Pedro, patrón de Corongo y también de Chimbote, es celebrado el 29 de junio. Situadas en espacios geográficos diferentes, estas ciudades expresan en sus fiestas su universo cultural de un modo original.
Para la fiesta de “San Pedrito” en Chimbote, los pescadores conducen la imagen mar adentro en sus embarcaciones, en una procesión presidida por el obispo, autoridades y multitud de fieles que le agradecen por su don de multiplicador de peces, alimento esencial de la cocina diaria.
Es la ocasión para que, luego de los oficios religiosos, el pueblo de Chimbote se vuelque a los restaurantes cercanos al muelle y al malecón para saborear sus platos predilectos como el cebiche, la causa con pescado y muchos otros basados en productos marinos preparados en picantes, “jugosos”, chicharrones y parihuelas, siempre acompañados con su chicha de jora, gaseosas y cervezas. El programa de celebraciones incluye la realización del concurso “Chimbote tiene el mejor cebiche del Perú”.
Marcela Olivas
San Pedro, patrón de Corongo y también de Chimbote, es celebrado el 29 de junio. Situadas en espacios geográficos diferentes, estas ciudades expresan en sus fiestas su universo cultural de un modo original.
Para la fiesta de “San Pedrito” en Chimbote, los pescadores conducen la imagen mar adentro en sus embarcaciones, en una procesión presidida por el obispo, autoridades y multitud de fieles que le agradecen por su don de multiplicador de peces, alimento esencial de la cocina diaria.
Es la ocasión para que, luego de los oficios religiosos, el pueblo de Chimbote se vuelque a los restaurantes cercanos al muelle y al malecón para saborear sus platos predilectos como el cebiche, la causa con pescado y muchos otros basados en productos marinos preparados en picantes, “jugosos”, chicharrones y parihuelas, siempre acompañados con su chicha de jora, gaseosas y cervezas. El programa de celebraciones incluye la realización del concurso “Chimbote tiene el mejor cebiche del Perú”.
En Corongo, capital de la provincia del mismo nombre, situada a 3.200 msnm, se conservan costumbres tradicionales que congregan a sus pobladores, a lo largo de un calendario festivo anual que se inicia con la juramentación de los jueces de agua (1 de enero), prosigue con la celebración de los tres reyes magos (6 de enero), la relimpia de las acequias (7 y 8 de enero), los carnavales, la Semana Santa, la fiesta patronal del 29 de junio y concluye con la Navidad en diciembre.
De todas ellas, la más esperada es la fiesta patronal de San Pedro, tanto para los que han partido lejos como para los que se han quedado en el pueblo. Todos se preparan para el reencuentro y para festejar a su santo patrón. La fiesta está a cargo de los jueces de agua de “parte arriba” y “parte abajo”, que es la forma como está dividida la ciudad para la distribución del agua de riego a cada parcela o chacra de cultivo. El período de los dos jueces –encargados de esta distribución durante un año, así como de organizar la fiesta patronal– se inicia el primero de enero y culmina el 31 de diciembre.
Las devotas de San Pedro suelen vestirse de pallas y realizan la promesa de acompañar su procesión durante tres años como mínimo, junto con las bandas de músicos y sus roncadoras (caja y flauta). Para agasajar a sus invitados, las autoridades, mayordomos y familias coronguinas preparan tamales, picante de cuy, estofado de cordero y los infaltables caldos de cabeza, de gallina y de cordero para las amanecidas.
Junio 2011
Pallas de Corongo
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